Ahora que por fin parece que va a empezar el verano en Galicia (los gurús del tiempo establecen que mañana comienza lo bueno), es posible que querais recuperar el tiempo perdido y pasaros todos los fines de semana que quedan de temporada estival en la playa, pero desde Estudio Fotográfico Eduardo Núñez, con ese afán aventurero que nos caracteriza, os vamos a proponer unas alternativas en forma de lugares que visitar en Galicia en pareja. Claro está que una cosa no es sustitutiva de la otra, y la playa siempre debe estar en la cabeza de todo aquel que quiera relajarse en verano, pero nunca está de más tener alternativas, sobre todo si son de esta belleza.
Paisajes excepcionales y pueblos con encanto. Imprescindibles que visitar en Galicia
- Combarro: Un clásico. A todos nos vienen a la cabeza imágenes de hórreos a pie de mar, pero este pueblo marinero es mucho más. Convertido ya en emblema gallego, Combarro, perteneciente al municipio de Poio, es uno de los lugares más pintorescos y agradables a la vista de las Rías Baixas. Su zona vieja, plagada de calles con encanto -¡y estrechísimas!-, y con numerosos cruceiros de bella factura, destaca también por una oferta gastronómica excepcional.
- El Pazo de Oca: a 30 kilómetros de Santiago, el llamado Versalles gallego es un monumento formado por el propio pazo y sus espectaculares jardines, mezcla del estilo paisajístico inglés y el jardinismo francés (desorden y rigor conformando un todo maravilloso). En él podréis encontrar algunas de las más antiguas camelias de Europa (entre ellas el más esbelto de Europa, con doce metros de altura), además de arces, tulipaneros, un sugi (árbol nacional japonés) de más de 400 años o una enorme secuoya californiana. Todo esto lo convierten en uno de los diez jardines más bellos del mundo, y una visita imprescindible.
- Fragas do Eume: con 9000 hectáreas de extensión y una población de menos de 500 habitantes, este territorio quasi virgen, que sigue el curso del río Eume, es ideal para visitar a pie. Sus abruptas laderas, de hasta 300 metros de desnivel, contienen todos los ingredientes de un bosque como el que todos soñamos: una espesura y frondosidad que puede llegar a impedir la vista unos metros más allá, la transición de las estaciones transformadas en colores... Y además, entre la frondosa vegetación se encuentra el monasterio de Caaveiro.
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- Dos playas...y mucho más: Corrubedo y As Catedrais. Empezaremos hablando de las Dunas de Corrubedo. Aunque muchos las conozcan como una enorme playa, en realidad es un parque natural de más de 1000 hectáreas de superficie donde las dunas, las playas paradisíacas y las lagunas (tanto de agua dulce como salada), se unen para disfrute de los visitantes. Así, además de relajarse en la playa (que en realidad son cinco), podemos admirar la duna móvil, de 20 metros de altura o las lagunas creadas al separarse, naturalmente, del mar, así como disfrutar de la fauna que habita el parque, desde los más comunes anfibios y aves a nutrias o zorros. En cuanto a As Catedrais, qué vamos a decir de una de las playas más bonitas del mundo, un capricho de la naturaleza, constituido por cuarcitas y pizarras, que conforman un monumento natural que, eso sí, tenemos que pedir permiso para poder visitar, ¡y siempre con la marea baja! Arcos de más de 30 metros de altura, que crean la sensación de caminar por antiguos salones con pasillos de arena y muros de pizarra, y en los que siempre os parecerá que es vuestra primera visita, a pesar de haberla repetido unas cuantas veces.
- Cies, nuestros particular paraíso: Por último, pero no por ello menos importante, tenéis que visitar las islas Cies. Estas tres islas, declaradas parque natural hace ya casi cuarenta años (en 1980) poseen la considerada mejor playa del mundo, Rodas. La posibilidad de perderse en sus paradisíacas arenas blancas, las espectaculares rocas que las acompañan o el enorme bosque, en el que incluso se pueden realizar rutas de senderismo, se complementan con una de las aguas más cristalinas del mundo... aunque no la más caliente, tenemos que decir. Además, y como seguro ya sabréis, existe una, y solo una, opción de pasar la noche en las islas, y es la del Camping Islas Cíes, que podréis aprovechar para disfrutar de la tranquilidad de la nocturnidad en Cíes, así como de unos crepúsculos y puestas de sol maravillosas, desde la propia tienda o los espectaculares miradores disponibles.